viernes, 17 de abril de 2009

1ra parte: Viena. Su Esplendor y Ocaso Cultural

¿Quien no ha oído hablar del Danuvio, de los Alpes, y los Carpatos? Desde las baladas de sus primigenios habitantes Los Celtas, con sus majestuosos paisajes que se quedaron entre las notas de sus baladas de hierba perenne y heroicidad, hasta la majestuosidad de sus catedrales, de sus edificaciones, góticas, barrocas, renacentistas o al estilo propio El Biedermeir que surge en contracara al talante del imperio realizado por las virtudes de la clase media, la gente menos notable pero tan sensible que dejo sus huellas a lo largo y ancho de la ciudad ofrendándole otro color y otra armonía.
Quien puede pasar inadvertido por sus parques repletos de monumentos, sin dejar de sentirse anonadado por un lugar que fue alguna vez la capital mas importante del mundo de la cultura, del arte, especialmente de la música Mozart, Brahms, Mahler caminaron sus calles, allí se inspiro Schubert mirando los bosques solitarios y soñando con cielos que no se parecían sino a la distancia, para descubrir la anticipación del amor, donde Straus El Joven con sus valses vieneses derrumbo todas las barreras del tiempo haciendo primero que los príncipes y nobles vivieran en dentro de un sueño de belleza inalcanzable y que después se hizo parte de cualquier corazón dispuesto a descubrir las emociones.
No hay ciudad que posea más museos, mas galerías de arte, no hay quien no haya pensado en su nombre sin pensar también en un Oskar Kokoschka, un Gustav Klimt esos artistas, donde se resumieron todas las fuerzas de la creación y resultaron ser nada mas que el lado oculto de una marea, de un sentido de la belleza que es un compás que hace círculos por lo mejor de la vida, en fin Viena es el nombre no solo de una ciudad declarada patrimonio de la humanidad, sino que oculta la historia de la cultura menos imaginada, y que sin embargo no podemos dejar de saber como se hizo a si misma, no podemos dejar de sentir, de tocar porque allí digamos que nace por primera vez el esplendor del espíritu humano en toda su magnificencia.


No podemos hablar de arte sino hacemos primero un recorrido por el carácter y la historia de sus más grandes acontecimientos. Estas notas le ayudaran al lector a vislumbrar la preponderancia del arte en ciertos lugares de la tierra, que personalmente creo se debió principalmente a una tradición milenaria que a través de sus gobernantes (nobles condescendientes) le dieron la mayor preeminencia a sus Instituciones Culturales, porque sabían que allí estaba la clave de la elevación del pensamiento, lógicamente también hay que establecer una visión acerca de la cultura de elite que imperaba en esta época y sus virtudes y defectos pero eso lo haremos mas adelante, ahora nos limitaremos a develar como se produce una interacción entre la influencia de una ciudad fastuosa y sus habitantes que termino impactando de lleno con la grandiosidad de sus artistas, y como estos a la vez elevaran dicho concepto a través de sus individualidades que deslumbraran al mundo; pero esta noción solo puede ser entendida ahondado en su historia e idiosincrasia.
Para comprender las características únicas de la cultura de Viena, hay que partir de los primeros decenios de la misma. Para ello hay que remontarse a la primera historia de la antigua ciudad, dividida en dos ciclos.
Después de tiempos inmemoriales, la primacía de la cultura es recién puesta a luz por los Habsburgos, familia unida al Sacro Imperio Romano – Germánico (1438 – 1806) también a la Monarquía Hispánica (1516 – 1700) que reino por ultimo en Austria desde (1279 – hasta 1918). Esta familia es originaria de Suabia, que toma su nombre de los Suevos, pueblo que ocupo en un principio la provincia romana de la Gallaecia. Suavia fue un ducado medieval que ocupaba el suroeste de Alemania, en lo que hoy se conoce bajo el nombre de Baden – Wurttemberg, la región se extendía en partes de Baviera y Suiza.
Precisamente esta familia se establece en Suiza y su nombre deriva del Castillo de Habsburgo en Argovia, construido por el dignatario eclesiástico, Werner cuyo sobrino será el primer conde de Habsburgo.
Es en el siglo XVI tras la muerte de Felipe El hermoso y Juana, La Loca, que asume el trono el hijo de ambos, que será conocido como el Rey Carlos I, inaugurando La Casa de Los Austrias en España, aclaremos que tras la muerte de su abuelo Maximiliano I, asumirá también la corona como emperador del Sacro Imperio Romano – Germánico como Carlos V.
Solo con 19 años, su inmensa herencia comprendía los territorios de Austria, Estiria, Carniola, Corintia y el Tirol, La Corona de Castilla, Las Indias, la Corona de Aragón con Nápoles, Cerdeña y Sicilia, el ducado de Borgoña, es decir los países bajos, el Artois y el Franco Condado, región ubicada al Este de Francia. Podríamos decir que aunque el imperio había extendidose por el mundo, comienza en este periodo su lenta declinación.
Las guerras con el Imperio Otomano, la lucha contra el protestantismo, las intrigas contra los Valois (dinastía que ocupo el trono de Francia desde 1328 hasta 1589) por el dominio de Italia y otras regiones occidentales, mas adelante las guerras contra los musulmanes, y el conflicto con Inglaterra que duro 19 años. La guerra en 1635 con Francia, la nueva guerra con los países bajos que habían pasado unos años de tregua entre otras conflictos pusieron al borde del abismo al Imperio. La caída de la monarquía la llevaría en sus espaldas Carlos II el último Habsburgo español, al reconocer la independencia de Portugal y el levantamiento de Napoleón Bonaparte asestarían el golpe de gracia, que aun agonizante se extendería hasta el final del siglo XVII.
El ultimo emperador del Sacro Imperio Romano – Germánico fue Leopoldo II que ocupo el trono bajo el nombre de Francisco II quien reino como tal desde 1792 hasta 1806, finalmente paso a ser Emperador de Austria titulo que continuaría en sus descendientes hasta la derrota de los Imperios Centrales (Alemania, Austria, Hungría y sus aliados Turquía Otomana y Bulgaria) pero esta concepción de territorios hace solo a una localización geográfica; el Imperio Austro – Húngaro, ejercido por la familia Habsburgo llego al final con Carlos I de Austria y Carlos IV rey de Hungria, quien tras ser destituido se refugia en la isla de Madeira en Portugal en 1922, solo un año antes había intentado volver a retomar el poder en dos ocasiones pero no tuvo el valor ni el apoyo suficiente. El mundo ya había virado hacia otro destino.
Bien habíamos dicho que con la ascensión de Napoleón, el Imperio comienza su lento derrumbe, es por 1809 que aparece en escena un personaje nacido en Austria el Conde Clemens Von Matternich (1773 – 1859) político y diplomático, que cambiaria la historia gracias a su habilidad y astucia política pues viendo el avance de los ejércitos napoleónicos sobre Austria planea un cese de hostilidades y acuerda el matrimonio de Maria Luisa, Archiduquesa de Austria con Napoleón Bonaparte, esta era solo una tregua pues buscaba el instante oportuno para reanudar la guerra contra Francia. Solo dos años le llevaría formar una coalición en toda Europa para derrotar a Napoleón en lo que se conoció como el Congreso de Viena, es aquí entonces cuando Viena se convierte en la ciudad más importante de la cultura del mundo. Aunque el Imperio fija sus límites territoriales reduciéndose, continúa siendo el más significativo de Europa. Englobaba pues el centro así como buena parte de Italia, regiones de Hungría, Eslovaquia, Croacia.
Ya hacia el final de la 1ra guerra mundial la cultura ejercida por la ciudad de Viena, mas el ensamble del imperio a otras partes de Europa por ejemplo los alemanes en los Balcanes y el recurso de la educación como base generalizado por Viena, lleva a una suerte de realización al resto de Europa.
Hay que decir que intelectuales como Elias Canetti,(1905 – 1994) originario de los Balcanes,(Bulgaria) Premio Nobel de literatura en el año 1981 se forma en el clima cultural de Viena. Así lo afirma el propio autor en sus dos volúmenes de carácter autobiográfico. El gran critico literario y político Karl kraus (1874 – 1936) nacido en Gitschin, Bohemia. También él pasa por la experiencia vienesa del hombre y su devenir, sus trabajos como, Moralidad y Criminalidad de 1908, Juicio Mundial de 1919 entre otros hablan a las claras de la preponderancia e influencia de Viena en este periodo ya de completa decadencia del Imperio.
La mayoría de las personas que han contribuido a convertir a Viena en un prodigio cultural produjeron una gran promoción socio - económica. Posibilitando la grandeza de Europa Central. Personalidades como Sigmund Freud, (1856 – 1939) el padre de la psicología. Teodhor Herzl (1860- 1904) periodista educado en el imperio Austro -Húngaro, fundador del Sionismo (doctrina que propone la reunión en un estado libre e independiente a los judíos de la diáspora y su establecimiento en Palestina).Los genios de la música como Brahms de origen alemán (1833 – 1897) y Malher (1860 – 1911) el afamado compositor y director austriaco y también del celebre artista Oskar Kokoschka (1886 – 1980). El arquitecto Josef Hofmann (1870 – 1956) uno de los mas importantes de su tiempo, fundador de los Talleres Vieneses que ejercieron una gran influencia en el diseño industrial del siglo XX. Estas son solo algunas de las personas sensibles de Viena, que con su talento e influencia llevaron a su máximo potencial a este pequeño lugar del mundo.
Indudablemente existe una gran contradicción, pues la preponderancia de Viena sucede con la decadencia y desintegración del imperio, de ahí la elegante explicación de los historiadores del arte del porque de la psicología para la comprensión de la histeria nerviosa por la cual se produce la declinación dramática y traumática del imperio que en realidad emana de la elite cultural .La 1ra de las cosas terribles que enfrenta el imperio, sucede en 1859 por la división de las provincias mas importantes hasta completar la totalidad del norte de Italia, es decir La Lombardia, Milán, La Toscana, Florencia, Parma y Modena. Sin embargo a pesar de los insidiosos tiempos y derrotas, se reafirma por casi una década su preponderancia educacional y cultural como ninguna otra en el mundo. En segundo lugar ya hacia 1873 cuando se planea una gigantesca exposición universal, destinada a atraer hacia Viena toda la admiración del mundo civilizado, sale a luz la decadencia en la administración del Estado, que hasta ese momento era bien escondido, no obstante cuando dicha exposición no alcanza el éxito esperado, se conoce el estallido de un tremendo déficit económico que hace que los banqueros y poderosos entrañen en la especulación, el desastre ya estaba engendrado de ante mano, produciéndose una fuerte depresión y que desde Viena su epicentro se expande a toda Europa repercutiendo hasta en el sur de EE.UU.


Bibliografía: Vienne, Antón Schroll – 1963/ Critique, Viene Début d’ un Sìecle – 1975/
Politique et Culture – Ives Thoraval – 1983/ Michael Pollack, Vienne 1900 -1984/ Vienne, Historisches Museum – 1985/
Traducción del Francés: Serggio D. Oros